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Hay un perro pequeñito...

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jueves, 29 de julio de 2010

"¿Esa no es mi pelota?"



Pues lo más seguro es que sí porque "la pelota de nivea" es el ser vivo más singular de todo el planeta. ¿Su historia? Esta:


"Érase una vez, en el principio de todo, en la nada (¿nada?, ¿todo?, en fin...), donde apareció Chuck Norris, el creador del mundo tal cual lo vemos. Se aburría lo inimaginable, porque no tenía a nadie con quien jugar, así que el puro aburrimiento se condensó formando lo que ahora llamamos "la pelota de nivea" (la primitiva tenía el tamaño de Marte).


El pequeño Chuck (porque entonces todavía era un niño (con barba, pero un niño)) se alegró mucho de tener algo a lo que masacrar, lo cual celebró dando su primera Patada Giratoria. El destino quiso que se quitara el tapón de la pelota, y que de su interior saliera todo el universo.


Lo malo es que, después de eso, la pelota se quedó con el tamaño actual, y a Chuck no le gustó nada, porque era muy pequeña para él (todo es muy pequeño para él), y para compensar los tamaños, soltó tal ventosidad para vaciarse que, sin querer, provocó el nacimiento de la vida en el planeta Tierra.


Después partió a la búsqueda de la pelota, sita en nuestro planeta, sin mucho éxito. Hasta que, hace medio siglo -década más, década menos-, la encontró en la cima del Himalaya, (de ahí lo del Yeti). Cuando la encontró, le entró tanta felicidad que le volvió a dar una patada, por los viejos tiempos, y llenó a la pelota de "Magia Norris", que la hizo tan escurridiza que nunca, nadie y en ningún lugar, se podría mantener quieta durante más de una semana. Pasados los siete días la pelota se fuga, en busca de otra familia que la encuentre y le vuelva a perder"


Así que, si algún día ves una pelota de nivea, no será "UNA", sino "LA pelota de nivea", cuya magia ha recorrido el mundo pasando de mano en mano.
Saludos.